El carro está vacío
Hoy vamos a hablar sobre la Graviola o Guayanabana, ya que últimamente, cada vez más estudios demuestran una eficacia en el tratamiento de distintos tipos de lineas de células tumorales.
La Graviola es un árbol verde cultivado en países tropicales, cuyo fruto es muy rico en vitamina C y vitaminas del grupo B, además e minerales como Magnesio, Hierro y Potasio. Este fruto es semejante a la chirimoya (son de la misma familia), tiene un sabor dulce y se puede consumir fresca, sobre todo en zumos o helados, y algunos países como México o Guatemala exportan bebidas carbonatadas ya procesadas.
Tradicionalmente la Graviola tiene una larga historia en su uso en medicina natural. En los Andes peruanos se preparaban té de hoja de graviola para el catarro, y la semilla machacada como antibacteriano y antiparasitario. En el Amazonas peruano se utilizaba la raíz y hojas para tratar la diabetes y como antiespasmódico, y en el Amazonas Brasileño el té de hojas y raíz se usaba para calmar dolores de artritis reumatoide.
¿Para qué recomendamos la Graviola?
La graviola se recomienda para el tratamiento del estreñimiento, aumenta la flora intestinal y reduce la hiperacidez gástrica. Estos efectos gastrointestinales se deben al jugo de la fruta madura, que también tiene propiedades diuréticas. Además los extractos de la planta tienen propiedades antiespasmódicas, antiparasitarias y cierto efecto sedante e hipotensor.
En estudios de laboratorio, los extractos de Graviola, han sido eficaces en algunos tipos de células cancerosas, tanto en cáncer de hígado como en cáncer de mama, especialmente en aquellos resistentes a la quimioterapia.. También existen estudios tanto in vivo como in vitro que demuestran su eficacia en líneas celulares cancerosas en cáncer de próstata y pulmón En este link os dejamos más información sobre estos estudios:
Precauciones
Es importante tener precaución en pacientes hipertensos, ya que la Graviola puede potenciar los efectos de fármacos antihipertensivos, así como potenciar el efecto de fármacos antidepresivos e interferir con los fármacos inhibidores de la MAO-A y radiofármacos, pudiendo alterar pruebas de radiodiagnóstico.